KINTU DEL DÍA

Hoy mi rezo lo comparto con ustedes.

He querido escribir esta entrada desde que comenzó el día. Entre los párrafos, las tareas y la locura de los pensamientos y sentimientos que por mí atraviesan, la hora más adecuada para expresar todo ello sucede justo ahora. Hora en la que también puedo comprender mejor las palabras que vinieron durante el rezo de la mañana.

En Perú aprendí una forma de rezar con la hoja de coca: el Kintu. El rezo se realiza escogiendo las hojas más bonitas que una encuentre en la bolsa. El rezo puede ser de tres hojas hasta más de diez, según lo que cada quien sienta o desee comunicar. 

La hoja de la coca, así como la de tabaco, en la cosmovisión andina es un puente que nos ayuda a comunicarnos con los espíritus. El espíritu de la planta, el espíritu de las montañas (los Apus), el espíritu de los centros ceremoniales, el espíritu de los elementos (tierra, agua, viento, fuego). Es un puente que nos sensibiliza a honrar nuestro entorno, reconociendo su existencia y el bien que proporcionan. 

Si bien, mi relación con la hoja de coca y todo el contexto que regala la cosmovisión andina es nueva. Pero ha sido una forma más de encontrar ese espacio sagrado donde puedo observar «todo» lo que me atraviesa, ponerle orden y sentirme más calma y segura respecto a mi día a día.

A finales de septiembre de 2022 emprendí un viaje por Bolivia, que no estaba planeado, con un grupo de seres que coincidimos en una ceremonia de San Pedro Wachuma (un cactus primo hermano del Peyote Jikuri) después de un retiro en la montaña. La ceremonia de San Pedro Wachuma nos llevó a otra ceremonia de Hongos. Fueron ellos quienes nos dieron el último empujón para emprender aquel viaje de tres meses.

Decidimos nombrar a nuestro colectivo Portales de Visión, pues habíamos celebrado la ceremonia de Hongos en un espacio de formaciones rocosas muy particulares (Aramu muru), que han sido identificadas como portales por las culturas nativas, y porque entre nosotros abríamos portales que nos permitían comprender algunos de nuestros procesos personales y ancestrales con mayor claridad y agilidad.

Cuando viajamos por Bolivia con Portales de Visión, solíamos levantarnos haciendo un Kintu personal en círculo. Acompañando el rezo de cada unx entre todxs. Tejiendo camino, comunicación y comunidad. Hacia un propósito mayor.

En las últimas horas de estos días me he encontrado con muchas noticias particularmente horrorosas, tristes y despiadadas. Tomando en cuenta también esta fuerte temporada política en Perú. La estupidez humana. Hay ocasiones en que la sensibilidad se me complejiza un poco y la mejor manera que encuentro para sobrellevarla es rezando.

He adoptado diferentes formas de rezar. La mayoría van de la mano con las cosmovisiones mesoamericanas, precolombinas, con las que mi corazón ha encontrado una fiel expresión de su ser. Filosofía que me brinda armonía, paz, esperanza y mucho, mucho amor. 

Hoy en el #Kintudeldía he rezado por el respeto, por la honestidad y por la claridad en mi comunicación, en mi camino y en mi compartir con la comunidad. Ante todo lo que me es incomprensible y doloroso, lo mejor que puedo dar de mí es mi rezo de cada día. Donde si cultivo mi bien, cultivo el bien para la sociedad.

Así aprendo a vivir. Aprendo a sentir. Aprendo a callar. Aprendo a hablar.

Gracias, hermanos, hermanas y hermanes. 
Gracias por leer, sentir y coincidir.
Que la luz de nuestro corazón sea la balanza más pura para nuestra existencia. 



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